miércoles, 29 de diciembre de 2010

¡ OTRA VEZ SE BAJARON LOS BRAZOS !

Se presentaba una tarde un poco rara ya que del partido ya se habían jugado algunos minutos y debía de continuar.

Los 25 minutos de la primera parte que quedaban fueron totalmente del F.B. CARMONA con varias ocasiones que no llegamos a materializar; 2 de F. Zayas, 1 de Rafa Pirichi, y otra de Bautista. Así llegamos al descanso, perdonando dejando escapar vivo al A.D. NERVIÓN.

Convencidos de que ibamos a empatar, salimos en la segunda parte y los primeros 20 minutos fueron nuestros también con varios saques de esquina y faltas que no acertamos a meter.  Y en el fútbol ya se sabe: el que perdona lo paga. Y así llegó el segundo gol local: jugada sin aparente peligro y Gerardo con presion de un contrario marca en propia puerta. En la jugada siguiente, despeje de Barrera y rebota en un contrario y el balón se cuela en nuestra portería.  3-0 y 20 minutos por jugar. Se cambian a 2 futbolistas y empezamos a bajar los brazos. Dos contragolpes finiquitan el partido y las ilusiones de estar un poquito más arriba.
 
La verdad es que la semana vino marcada por los últimos minutos de PEDRERA, que nos costó la derrota. Al equipo parece que le pesan los goles en contra como se demostró ayer. 

En el vestuario tuvimos una pequeña charla con los capitanes e integrantes del equipo, donde yo dejé claro los puntos que se van a seguir a partir de ahora. 
 
También un tirón de orejas y algo mas a esos futbolistas que faltan tanto a entrenar, y después si no juegan o juegan poco salen al campo con falta de actitud.
 
Decir que el domingo en el derbi con el UP VISO tenemos otra oportunidad de sumar otros 3 puntos para acercarnos a el objetivo de la permanencia; los equipos están apretando y no nos podemos dormir.
 
Darle las gracias a los futbolistas y a una madre que ayer pusieron los vehículos para desplazarnos a Sevilla. Hasta hoy el compromiso con el equipo y el club no se puede cuestionar, pagando arbitrajes, coches, etc.
 
A animarnos todos y el jueves todos a entrenar para seguir en la lucha.

Crónica de ALBERTO SILES.

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